El escritor, que también tenía nacionalidad española, país donde vivió una parte de su vida, obtuvo el Premio Nobel de Literatura, el Cervantes, el Rómulo Gallegos y el Príncipe de Asturias
A partir de 1965, la Iglesia Católica oficializó esta festividad como el inicio de su calendario litúrgico, subrayando así la importancia de la muerte y resurrección de Cristo como eje central de su fe