Una Reina charra de fortalezas
Su amor por los equinos la llevo a sus 20 años a ser la representante de una cabalgata, donde en su mayoría se engloban a los hombres.
Lidya María Tress de la Cruz, a su corta edad juega un papel importante dentro del mundo de los jinetes, representar a las mujeres en un entorno donde el hombre, como estereotipo, es quien era experto en montar caballos, portar sombrero y botas vaqueras.
Un ejemplo claro es la carreta profesional que ella estudia, estereotipada porque solo los hombres pueden y deben de ejercerla, “en mi salón de clases encuentras más mujeres que hombres”.