Juan José y Celia celebran 41 aniversario de bodas y su hija Quiáhuitl, 40 años de vida
Las puertas del Templo del Convento se abrieron para recibir a los festejados, sus familiares y amigos, quienes con gusto los acompañaron en este significativo momento de fe y amor
Sandra Zuñiga
Juan José López Luna y Celia Pérez Avitia, felices, agradecieron a Dios su 41 aniversario nupcial, en el Templo del Convento, a la par, su hija Quiáhuitl dio gracias por sus 40 años de vida.
En punto de las dos de la tarde, las puertas del santo recinto se abrieron para recibir a los festejados, sus familiares y amigos, quienes con gusto los acompañaron en este significativo momento de fe y amor.
En la celebración eucarística, Fray Antonio felicitó a los esposos López Pérez y a su hija, Quiáhuitl, por visitar a Cristo Jesús en esta importante fecha para sus vidas.
Por otra parte les recomendó mantener siempre cerca de ellos y en su hogar la presencia de nuestro Señor, ‘porque donde Él se encuentra presente no hace falta nada’.
El sacerdote les dijo a Juan José, Celia y Quiáhuitl que es un gusto recibirlos en la casa de Dios en esta importante fecha que se acercan a Él, a darle gracias por el permitirles llegar a este especial día con salud y rodeados de tantas bendiciones.
Al terminar la misa de acción de gracias, los festejados recibieron afectuosos abrazos y felicitaciones de sus seres queridos.
Posteriormente se trasladaron al salón “La Estación”, en donde se ofreció una agradable fiesta, en la cual el matrimonio López Pérez celebró sus 41 años de casados y su hija, Quiáhuitl, su cumpleaños número 40.
En la recepción la festejada bailó el vals de “Cenicienta” acompañada por su primo, Jorge Alcántar López, quien dio vida al príncipe del cuento.
Posteriormente sus amigos y compañeros ocuparon la pista principal para bailar con Quiáhuitl los mejores éxitos de las cantantes Tatiana y Belinda.
Enseguida la cumpleañera pasó a la mesa de honor para partir su exquisito pastel, mientras sus familiares y amistades, con gran cariño, le interpretaban las tradicionales “Mañanitas” que, emocionada, escuchó junto a sus padres, quienes les dieron las gracias por haberlos acompañado y por sus lindos detalles.