Genera segundo piso de autopista mayor inseguridad a vecinos de la zona
Un túnel de 50 metros, es la única vía de cruce para peatones
Redacción
|| por Felipe P. Mecinas ||
Entre lodo y oscuridad, cientos de hombres y mujeres cruzan a diario el puente de la autopista México-Puebla, justo debajo de la caseta que da acceso al viaducto elevado, el cual fue inaugurado el pasado martes para llevar modernidad a la capital del estado y su zona metropolitana.
Aunque con la construcción del segundo piso los usuarios creyeron que mejorarían las condiciones, la obra –aseguran– generó mayor inseguridad para trabajadores y peatones que van de un extremo a otro de la carretera, ante la falta de pasos peatonales.
El principal riesgo se registra en el acceso al Outlet que comunica a los municipios de Cuautlancingo y Coronango con la plaza comercial, toda vez que se convierte en un túnel de aproximadamente 50 metros que sirve como única vía para peatones y automovilistas locales.
Cuestionados al respecto, los jóvenes trabajadores, la mayoría de entre 20 y 30 años, refirieron sentirse temerosos cada vez que se dirigen a su trabajo o cuando van de regreso a casa, ya que se han registrado atracos y agresiones a cualquier hora del día.
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Automovilistas se quejan de altos costos y falta de señalamientos“No es seguro, hay mucha delincuencia en la noche, muchos asaltos, demasiados, tiene mucha fama por asaltos. De hecho la gente se espera para pasar en grupo porque muchas veces han pasado los asaltos”, refirió Carlos N., uno de los jóvenes que acude a trabajar del otro lado de la autopista.
Refirió que la mayoría de quienes laboran en esta plaza comercial tienen un horario comercial que es de 11 de la mañana a 8 o 9 de la noche y al término de su jornada tienen que volver a cruzar por debajo del puente, pero ya en completa oscuridad y sin auxilio de ningún cuerpo policiaco.
“No hay nada de alumbrado, entonces muchos esperan aquí en medio para actuar. Te despojan de tus pertenencias… con armas blancas, con pistolas, con lo que sea, ahora sí que con cualquier cosa que te puedan amenazar para quitarte tus pertenencias”, explicó.
TEMOR Y RIESGO
Debajo del puente, donde todavía se realizan obras de acondicionamiento para la autopista, los jóvenes cruzan corriendo y las mujeres apresuran el paso para llegar lo más pronto al otro lado de la pista. Aunque no se conozcan, a la hora de cruzar, hacen pequeños grupos que en fila avanzan uno detrás de otro hasta volver a tomar cada quien su rumbo.
https://youtu.be/ft0gnj40xm8
“Las jovencitas que vienen a trabajar aquí, tienen que cruzar el puente y está muy oscuro. A una muchacha de allá de San Antonio Mihuacán (Coronango) le cortaron los dedos para que soltara el dinero”, afirmó la señora Teresa N., quien refirió ser trabajadora en un local de comida al que acuden los trabajadores de un hotel que es construido en la zona comercial.
“Hay varias que venimos a trabajar de allá de Mihuacán, de Xoxtla… venimos otra señora y yo, nomás que tenemos diferentes horarios, pasamos, está oscuro, llegamos a las siete o cuarto para las siete”, confió.
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Proponen hacer un comparativo con otras casetasLa trabajadora refirió además que aunque ella no ha sido víctima de la delincuencia, recientemente los maleantes asaltaron a uno de los trabajadores que llegaron de Guadalajara a trabajar en la construcción. “A uno lo asaltaron, a otros los iban a asaltar pero se dieron cuenta y se quedaron del otro lado”.
El paso deprimido se encuentra en el territorio del municipio de Coronango que encabeza Hermelinda Macoto Chapuli, pero a decir de los peatones, nunca han visto alguna patrulla que vigile la zona, por lo que pidieron hacer pública la situación que enfrentan ante el temor de que una vez terminada la obra los dejen al desamparo.