Fracasa reconversión de ladrilleras
Ladrilleras ecológicas en SJR fueron proyectos fallidos
Monsetrrat
SAN JUAN DEL RÍO, Qro. (OEM-Informex).- “Tenemos que comer” argumentaron ladrilleros de las comunidades de Visthá y San Pedro Ahuacatlán, al referir que hasta el momento, ningún proyecto presentado por gobiernos municipales consigue otorgar condiciones factibles para disminuir las emisiones contaminantes sin que esto implique encarecer el producto, lo que conlleva a que los compradores busquen opciones en otros lugares y disminuyan las ventas en San Juan del Río, por lo que la mayoría de los productores abandonan las propuestas y regresan a la quema de basura.
En 2009, durante el gobierno del ex presidente municipal, Jorge Rivadeneyra Díaz, se construyeron los primeros 16 hornos ecológicos MK2 en la comunidad de Visthá, los cuales garantizarían reducir las emisiones contaminantes en 70 por ciento.
En aquel tiempo, el responsable de la reconversión de producción ladrillera fue el ahora regidor Síndico, Pachelli Demenegui Rivero, quien encabezó un proyecto fallido, pues a decir de los ladrilleros dichos hornos “no sirvieron”, incluso uno fue adaptado, al parecer para darle un uso habitacional.
“Ni uno está funcionando, porque sale mal el tabique, es que como no están destapados los hornos, a fuerza tienen que estar destapados para que respire, por eso no se quema el ladrillo y no tiene buen color, porque si no el cliente no lo compra o lo pagan más barato”.
En aquel primer proyecto se invirtieron más de siete millones de pesos, provenientes de Gobierno del estado, de la Agencia Económica Española y la Semarnat, mientras que la edificación de los hornos se llevó a cabo por medio de una licitación federal.
Pedro Mendoza Mancilla, presidente de la mesa directiva de la asociación “Ladrilleros de Visthá”, señaló que desde la administración pasada la propuesta fue que los productores conformaran una cooperativa a efecto de bajar recursos de programas federales, por lo que está en proceso de constitución.
En enero del año pasado acudió a un “Miércoles ciudadano” a presentar un proyecto al actual gobierno municipal para obtener apoyo a efecto de crear hornos ecológicos de flujo continuo que permitan disminuir en cerca del 99 por ciento las emisiones contaminantes, la propuesta implica un costo de cinco millones de pesos.
El proyecto tendría capacidad de producción de 280 mil piezas mensuales, cantidad que prácticamente duplicaría la producción actual, que es de 150 mil piezas al mes, sólo de la comunidad de Visthá, donde hay alrededor de 80 hornos.
Sobre los avances de su petición, refirió que antes de concluir 2017 el gobierno municipal se comprometió a introducir electricidad en una zona donde se concentran varios hornos, para iniciar con un proyecto piloto que incluya a 30 productores y sirva de ejemplo para los demás, ya que no todos desean participar, dado que señalan que sólo son promesas.
“Van a introducir cableado, hay unos dosificadores modernos, que van a evitar todo ese tipo de basura, ya se hicieron unas pruebas en San Nicolás, donde funciona muy bien, de hecho lleva menos material para la quema y aparte va a eliminar el ambiente de contaminación”.
Dijo que personal de la Dirección de Ecología Municipal supervisa periódicamente la zona, reconoció que hay ladrilleros que queman residuos contaminantes, pero el hambre de las familias que viven de esto es más fuerte.
“Si el vecino está quemando un material diferente al mío, es bien fácil que yo le diga, estás contaminando, pero me dicen no tengo recursos para quemar otra cosa, yo tengo hambre, mi familia tiene hambre, entonces tiene que quemar con lo que sea”.
Pedro Hernández Cortés es originario de la comunidad de Visthá e inició a los 16 años de edad a trabajar como ladrillero, ahora tiene 52, nunca ha tenido su propio horno, por lo regular trabaja para otras personas, pero en estos momentos lo renta y contrató a cinco personas para sacar la producción.
“Aprendí desde pequeño, este trabajo ha sido desde hace años, mi papá trabajó en esto, y así le seguimos, desgraciadamente no tuvimos lo económico para estudiar, para ir a trabajar a una empresa u otra clase de trabajo”.
Cada trienio es lo mismo, dijo, cuando entra un nuevo gobierno municipal visita la zona y dice que va a implementar proyectos para evitar la contaminación, ya sea con los hornos ecológicos o con el subsidio para que adquieran combustible que emita menos contaminantes, como el aceite o la madera, sin embargo, concluye cada gestión y no concretan nada.
“Nos han prometido hornos ecológicos, no funcionan, ese gobierno hace el proyecto, sale de su periodo, deja el proyecto, pero entra otro y no lo sigue porque fue el anterior el que lo empezó y nunca hacen nada”.
Explicó que de forma personal busca utilizar combustible menos contaminante, sin embargo, el aceite y la madera son más caros que los desechos sólidos, ya que mientras un camión de basura cuesta más de mil 200 pesos, uno de tarimas es superior a dos mil 500 pesos, lo que a su vez eleva el costo del millar de ladrillos; y en el caso del aceite, está por encima de los dos mil pesos y rinde menos.
En la actualidad el millar de ladrillo tiene un precio aproximado a mil 700 pesos, costo que se aplica para la producción con basura; mientras que con madera es superior a dos mil pesos.
Los que también propició el alza en el costo del ladrillo, comentó Hernández Cortés, es el aumento en el precio de la gasolina, pues ocasionó que toda la materia prima para la fabricación del tabique se elevara.
Expuso que las opciones que hasta el momento ofrecen empresas y gobierno no resuelven el problema, ya que considera que lo viable es tener subsidio en la compra del combustible; proyecto que se implementó en el sexenio del ex gobernador, Francisco Garrido, y que consistía en proporcionarles aceite, pero se les entregó por una sola ocasión, y no fue suficiente para distribuirlo entre los alrededor de 120 ladrilleros que existen en las dos comunidades.
“Nos dieron oportunidad de quemar combustible de aditivo, no nos dio batería para los hornos, no hay, es insuficiente, tampoco la leña, está escasa, de vez en cuando compramos. Casi a fuerza compramos residuos industriales, porque no hay con qué quemar el tabique, el combustible está muy caro, está más caro que el millar de tabique, está arriba de dos mil pesos”.
Se dijo abierto a implementar proyectos, pero que sean beneficiosos, ya que las opciones que cada gobierno les ha presentado son inviables, pues los perjudican, sobre todo porque es escasa la ganancia que se tiene, ya que por cada horno son de tres a cuatro familias las que obtienen ingresos.
“Querían que nos registráramos, pero si nos registramos nos van a cobrar impuestos, ya no nos va a servir porque tendríamos que pagar, yo digo que el Gobierno nada más nos viene a molestar. Sabemos que sí contaminamos, quisiéramos dejar esto, pero es nuestra fuente de trabajo para varias familias”.
Hernández Cortés señaló que hace alrededor de tres meses visitó la zona el gobernador del estado, Francisco Domínguez Servién, quien arregló un camino con tepetate y entregó becas escolares a 200 niños en una sola ocasión, hasta el momento es lo único que se concretó como apoyo del gobierno estatal.
En el caso de Juan Ramírez Cenobio desde los ocho años es ladrillero, en la actualidad trabaja para Ángel Hernández Chávez en la comunidad de San Pedro Ahuacatlán, el principal combustible que utilizan es la madera, cuyo costo oscila de los mil 800 a dos mil 500 pesos, por lo que de un viaje con 100 ó 120 tarimas pueden producir cinco mil tabiques, la ganancia es mínima, motivo por el que al igual que los demás ladrilleros externaron que continúan en esta labor por herencia.