En el debate, la lluvia por dentro y por fuera; quedaron lejos las promesas
Nava, empapado, porque le llovió muy tupido “Eres mala, Teresa… dio su gancho al hígado” y en la calle, las inundaciones, ¡de siempre!
Nava, empapado, porque le llovió muy tupido “Eres mala, Teresa… dio su gancho al hígado” y en la calle, las inundaciones, ¡de siempre!