Cecilia Sanz de Ridaura, el legado de una exiliada española en la cultura de Tampico
Nacida en Játiva, España, en el puerto se desempeñó como docente, fundadora diversas instituciones y promotora cultural
Víctor De Sampedro
Con una personalidad inquieta desde su niñez, Cecilia Sanz de Ridaura se convirtió en un referente en la difusión del conocimiento en el sur de Tamaulipas, legado que su nieta, Isabel Ortega Ridaura, recordó en una entrevista para EL SOL DE TAMPICO.
Nacida el 5 de diciembre de 1914 en Játiva, España, Cecilia dejó el hogar familiar a los 16 años para ingresar a la Facultad de Medicina de la Universidad de Valladolid, donde fue la estudiante más joven de su generación.
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El exilio de Cecilia a México
“Empieza a meterse en cuestiones políticas, a conocer, estaba la República en ese entonces que había triunfado sobre la monarquía, y ella empieza a participar en grupos políticos, conoce al que después va a ser su marido, Vicente Ridaura”, comentó Isabel.
Poco después de graduarse, Cecilia y Vicente se casaron, y mientras disfrutaban de su luna de miel, estalló la Guerra Civil Española.
Ante esta situación, el matrimonio se enlistó en el ejército para ejercer su profesión. Durante este tiempo nació la primera hija de Cecilia y Vicente, y, tiempo después, la familia se vio en la necesidad de exiliarse en México ante el avance de las fuerzas sublevadas contra la Segunda República.
“Llegan el 13 de junio de 1939 a México. Están en un tiempito en Veracruz y luego se van a Ciudad de México ahí pues ponen un consultorio pero finalmente les dicen que en Tampico se requieren médicos”, apuntó la nieta.
Cecilia no podía ejercer como médica en su nuevo hogar, aunque sí consiguió la oportunidad de impartir clases de medicina y biología.
Gracias a su labor como docente, Sanz de Ridaura enseñó en diversas instituciones de la región, pero también fue fundadora de algunas casas de estudios, entre ellas la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT).
“Ahí en la UAT hay un mural de los fundadores, puros hombres, y ella”, anotó Isabel Ortega.
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La labor en la promoción cultural
La promoción cultural también fue una causa que Cecilia abanderó a lo largo de su trayectoria. Uno de sus logros fue haber sido directora de la biblioteca municipal. A través de este cargo, trajo un nuevo acervo de libros a este espacio y se dedicó a organizar eventos culturales.
“Presentó a muchos artistas locales, sobre todo siempre la buscaba gente muy joven y ella los los apoyába le y bueno pues hoy son grandes grandes escritores, como Arturo Castillo, Gloria Gómez, y otros”, apunto Isabel.
Es importante mencionar que, aunque no era artista plástica, Sanz de Ridaura colaboró con el grupo denominado Visual 15, participando en pláticas y apoyando algunos de los eventos organizados por el colectivo.
“Después se deshace Visual 15, y hacen la Asociación de Artistas e Intelectuales del Sur de Tamaulipas, hacen un grupo de cultural que el objetivo era sacar una revista”, agregó Ortega Ridaura.
Cecilia Sanz y su amor por México
Durante su estancia en Tampico, Cecilia se desempeñó como actriz de teatro, participando en obras como Arsénico y Encajes. Fue invitada a integrar el Consejo Cultural de Tamaulipas, y su labor contribuyó a que su nombre estuviera asociado a un festival artístico que se ha celebrado durante más de dos décadas.
¡De España a Tampico! Preservando el legado de Cecilia Sanz de Ridaura
A través de una página de Facebook y construir un archivo familiar en el que puedan participar todas aquellas personas que conocieron a la docente y al médicoAdemás, la médico fue directora de la biblioteca en la Universidad del Noreste y se capacitó para impartir clases de taxidermia en la localidad, en una época en que se desconocía este tema
“Fue con un taxidermista, para aprender los principios de la Taxidermia. Digo, al fin médico y y abrir cadáver no le era ajeno. Nada más tenía que ver cómo se hacía con animales y como se conservaban”, detalló su nieta.
Durante esta entrevista, preguntamos a Isabel cuál era el motivo por el qué su abuela ayudó tanto a nuestra ciudad, a lo que ella respondió a que tanto Cecilia como Vicente, vieron a México como su verdadero hogar después de la guerra.
“Otro tipo que era mucho menos frecuente, pero que ese fue el tipo que fueron mis abuelos fue que llegaron a México; México es nuestra patria, es nuestro hogar España, y sobre todo la España que en la que nos formamos y en la que amamos, ya no existe”, dijo.
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“Siempre decían: ‘Esta es nuestra patria’. Como personas siempre dispuestas a dar y enseñar todo lo que sabían, con un enorme agradecimiento a la patria que los recibió en la que nacieron sus otros tres hijos”, aseguró Isabel Ortega Ridaura sobre su abuela, Cecilia Sanz de Ridaura, y el legado de una exiliada española en la cultura de Tampico.