¿Demasiado recalentado? Sigue esta guía básica para conservar, descongelar y recalentar alimentos
El almacenamiento adecuado puede prolongar la frescura de los alimentos y reducir la huella ecológica
Mónica Vargas
Cuando desperdiciamos alimentos desperdiciamos también toda la energía y el agua que se requieren para cultivarlos, cosecharlos, transportarlos y empacarlos. Además, cuando los desperdicios se pudren producen metano, un gas de efecto invernadero aún más potente que el dióxido de carbono, de acuerdo con la World Wildlife Fund (WWF).
A propósito de estas fechas en las que la abundancia de comida provoca desperdicios significativos, un almacenamiento adecuado podría resultar la clave para alargar la vida de los platillos y reducir la huella ecológica.
La congelación es un método seguro de conservación de alimentos que prolonga su vida útil. Si éstos se mantienen a temperaturas constantes de -18 grados Celsius o inferiores, se inactivan los microorganismos que alteran los alimentos y provocan enfermedades. Sin embargo, es necesario hacerlo correctamente para disfrutar sus beneficios.
¿Cómo congelar?
Para una congelación adecuada, primero se deben elegir empaques adecuados, como lo son las bolsas herméticas o recipientes que sellen perfectamente para evitar la formación de cristales de hielo que deterioran la textura de los alimentos.
Una vez elegidos los recipientes, hay que dividirlos en porciones. Esto facilita el descongelado y evita tener que volver a congelar alimentos ya descongelados. Finalmente, estos se deben etiquetar y fechar, lo que ayudará a priorizar el uso de alimentos más antiguos.
➡️ Suscríbete a nuestro Newsletter y recibe las notas más relevantes en tu correo
El arte de la descongelación
Uno de los errores más comunes es dejar los alimentos a temperatura ambiente para que se descongelen, lo que puede generar el desarrollo de bacterias de forma acelerada.
El método más seguro es pasar los recipientes del congelador al refrigerador de forma directa, así la temperatura descenderá poco a poco, por lo que se debe practicar la paciencia. Otra opción es sumergir en agua el alimento en su empaque hermético y cambiar el agua cada 30 minutos.
La última opción ideal para descongelar rápido es usar el microondas, aunque debe usarse con precaución para evitar que algunas partes del alimento comiencen a cocinarse.
Último paso: el recalentado
Al calentar los alimentos no solo se trata de devolverles la temperatura adecuada, sino también de garantizar que estén libres de bacterias dañinas. Para lograrlo, hay que revolver o girar los alimentos durante el recalentado para que la temperatura sea homogénea.
Se deben evitar temperaturas bajas; los alimentos deben alcanzar al menos 74 grados Celsius para ser seguros. Por último, la recomendación es no recalentar más de una vez, debido a que esto afecta tanto el sabor como la calidad nutricional.
No se pierden los valores nutritivos del alimento.
Siempre que se tenga un proceso adecuado, los valores de aroma, sabor y textura se van a mantener en el alimento.
Al congelar comida se evita su desperdicio y se pueden almacenar alimentos comprados a precios reducidos para más adelante.
La comida congelada es fácil de almacenar y está lista para ser calentada cuando se necesite.
DATO
Como regla general, los alimentos congelados tienen una vida útil de 8 a 12 meses.
NOTAS RELACIONADAS
Más Noticias
LO+VISTO
COLUMNAS
LO+RECIENTE
