“Soy una mujer muy bendecida por tener un trabajo que me gusta”: Lydia Chávez
Para Lydia es satisfactorio ser maestra de repostería porque logra que sus alumnos aprendan un oficio y se autoempleen y abran su propio negocio
Gloria Negrete
Lydia Chávez Flores adquirió el gusto por la cocina, especialmente por la repostería, al ver a su mamá preparar pasteles y todo tipo de postres y ahora ella es repostera e imparte clases de esta materia, por lo que se considera una persona bendecida al tener un trabajo que le apasiona.
Recordó que su gusto por la repostería nació al ver a su madre, la señora Esthela, hacer pasteles para las fiestas familiares. “Mi mamá siempre fue una mujer muy activa, muy trabajadora, hacía de todo en la casa. Cuando cumplíamos años mis hermanos y yo, ella nos hacía los pasteles, las piñatas, las bolsitas de dulces y hasta la ropa que usábamos en las fiestas”.
Dijo que recuerda la imagen de su mamá en la cocina, horneando y decorando pasteles. “Yo creo que tenía unos 7 años cuando empecé a ayudar a mi mamá a hacer pasteles. Me gustaba mucho batir, hornear y también decorar los pasteles. Así empecé en esto, sin imaginar que un día me dedicaría de lleno a hacer postres y pasteles y a dar clases de repostería. Nunca pensé que viviría de esto y que este trabajo me daría la oportunidad de sacar adelante a mis hijos”.
Comentó que cuando estaba en la escuela secundaria llegó a preparar pasteles y pay de queso para sus amigas quienes al probarlos quedaron fascinadas con el sabor y desde ese momento se dio cuenta que tenía posibilidades de dedicarse a hacer postres para comercializarlos.
En un principio, solamente elaboraba pasteles y bollitos para los festejos de cumpleaños de sus dos hijos ya que en ese momento ella trabajaba en una casa de cambio y no tenía planeado dedicarse a vender postres.
En una ocasión, al quedarse desempleada, hizo un pastel de zanahoria para su familia y publicó la fotografía en facebook. “Mis amigos empezaron a pedir que les hiciera un pastel, pero pues no me dedicaba a eso, no sabía mucho, pero me gustaba, entonces me inscribí a clases de repostería en el Centro de Seguridad Social del IMSS para aprender más. Ahí estuve un año y empecé a hacer pasteles para vender”.
Al asistir a las clases de repostería se dio cuenta que tenía gran habilidad para este oficio, pues los pasteles que elaboraba llamaban mucho la atención y a raíz de eso empezó a tener mucho trabajo, aumentaron los pedidos de pasteles y otros postres.
Hace 13 años fue invitada a impartir clases de repostería en el CSS y actualmente sigue dando clases a hombres y mujeres que tienen interés por aprender desde cero lo relacionado a la repostería y también a quienes ya saben, pero desean perfeccionar y aprender más.
Contribuye a la superación de las mujeres
Lydia Chávez mencionó que es satisfactorio ser maestra de repostería porque logra que sus alumnas y alumnos aprendan un oficio y se superen, se autoempleen y abran su propio negocio.
Algunos de los alumnos de Lydia asisten a estas clases para aprender y otros más lo hacen por distracción, por mantener una buena salud mental ya que algunas personas le han manifestado que lo hacen a manera de terapia ocupacional.
“Me siento muy orgullosa de ser maestra porque quienes han sido mis alumnas me reconocen en la calle. Algunas de mis alumnas ya tienen sus propios negocios de venta de pasteles y postres y eso es muy satisfactorio para mí”.
Lydia Chávez resaltó que, gracias a su trabajo como repostera y maestra, pudo sacar adelante a sus hijos que actualmente tienen 24 y 29 años de edad. “Nunca pensé dedicarme a hacer pasteles, se fue dando solo. Vi la forma de supervivencia cuando me quedé sin trabajo y me gustó, lo agarré como una profesión y me encanta”.
Por ahora, ofrece los servicios de mesas de postres y pasteles para cualquier ocasión y fechas especiales como cumpleaños, quinceañeras, bodas, despedidas de soltera, baby shower y otros. Aunque lo que más disfruta es hacer pasteles temáticos.
Rosa Esmeralda es una experta en la elaboración de piñatas
Cuenta con una década dedicada a la elaboración de piñatas, cada día más especializada en San Luis Río ColoradoCon el paso de los años, Lydia se ha visto obligada a actualizar sus conocimientos de repostería, tomando en cuenta que las tendencias de decoración de pasteles van cambiando y debe estar al día para dar un servicio de calidad a sus clientes.
Consideró que este trabajo implica una gran responsabilidad porque las personas le pagan por un servicio y esperan recibir un pastel bonito, tal como ellos lo piden y además que tenga un excelente sabor y que esté puntualmente en el lugar de la fiesta.
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“En una ocasión se fue la luz en mi casa y yo estaba a medias con un pastel. Entonces, lo que hice fue irme a la casa de un amigo a terminarlo porque no podía quedar mal con mis clientes”.
Para finalizar, externó: “Soy una mujer muy bendecida por tener un trabajo que me gusta” e indicó que las personas interesadas en conocer más acerca de los postres que elabora pueden ingresar al Facebook: Lydia Lydia Chavez.