Desde hace años, esta tradición es una de las más arraigadas y que más llaman la atención durante los festejos de Semana Santa en este municipio enclavado en las faldas del volcán Tacaná.
Con motivo del 8 de marzo, la organización rechaza la mercantilización de la fecha y exige un cambio real en la protección de los derechos de las mujeres