Se unió a cientos de civiles tras el terremoto del 19 de septiembre de 1985 en labores de rescate, que continuó incluso después de hallar a sus familiares fallecidos
En 1968 don Paulino Águila y doña Araceli Martínez decidieron abrir una pequeña cenaduría ubicada sobre la calle Hidalgo, hoy en día ese sueño se ha vuelto un emblema de la ciudad
Sus nombres habían quedado en el olvido, pero una investigación reciente recupera a las queretanas que, junto con la Corregidora, fueron clave en el levantamiento de 1810