Quemado en hoguera: Crónica de linchamiento en Simón Sarlat, Centla
Hombre que presuntamente asesinó a otra persona, fue linchado por el pueblo
Osvaldo García / El Heraldo de Tabasco
Dramático inicio de año se tuvo en el poblado Simon Sarlat, de Centla, Tabasco, donde pobladores enardecidos lincharon con fuego a un hombre, la tarde-noche de ayer jueves 2 de enero de 2025.
Los trágicos hechos se registraron alrededor de las 16:50 horas cuando Eleazar “N”, fue señalado de presuntamente haber asesinado a puñaladas con un arma blanca a otro hombre identificado como Manuel “N”, quien presentaba tres heridas del lado izquierdo de su humanidad: una estocada a la altura del hombro, otra a un costado del torso a la altura de la costilla baja, y un tajo en el antebrazo.
Un médico local intentó salvar a la víctima con ayuda de los pobladores, sin embargo, pereció, por lo que el presunto verdugo fue perseguido por los habitantes, siendo alcanzado cuando intentaba huir atravesando un potrero de la demarcación.
En ese momento dos patrullas de la Policía Municipal arribaban con al menos 10 elementos, mientras decenas de curiosos les gritaban desde el cerco del terreno que no intervinieran.
-¡Déjenlo! ¡Déjenlo! ¡Porque es mucha delincuencia que han hecho esos! -gritó una mujer- ¡No se meta usted policía! -le volvió a gritar- que se vayan los polis -dijo una más- ¡Apúrense! -gritó uno a favor del hombre que estaba siendo golpeado salvajemente y amarrado- lo van a colgar -lamentaba otra.
El presunto asesino fue arrastrado inconsciente desde dentro del potrero hasta la calle del cerco, donde los policías forcejearon con la turba enardecida para poder quitárselo, no obstante, al ser superados en número y en furia solo pudieron ser testigos del juicio sumario al que estaba siendo sometido el señalado cuando todavía alumbraba la luz del sol.
-¡Que lo queme la gente! -sugirió una voz entre el tumulto- ¡De una vez! -contestó otro- ¡Hay que llevarlo al parque que lo vea la gente! -contribuyó alguien más mientras, la ahora víctima, despertaba de su desmayo agonizando cuando una fuerte patada conectaba su cabeza- ¡Al parque! -gritaban todos al unísono.
En un nuevo arranque de furia simultánea y tumultuaria, alguien lo jaloneaba del cabello cuando otro agarró un pedazo de la cuerda sobrante y lo ahorcaba gritándole “para qué llegaste jijuetumaldita madre”, pateándolo también en la cabeza.
“Dale, dale, mátalo ya” le gritaban mientras en un último intento los policías intentaron llevárselo, pero nuevamente fueron superados desatando la ira del pueblo que volvieron a golpear con saña al presunto homicida hasta dejarlo moribundo.
Encolerizados, entre alaridos de la gente iracunda y lamentos de los más conscientes, cuatro hombres lo arrastraron de las cuerdas por varios metros hacia el parque entre la población expectante de todas las edades, mientras se escuchaban los gritos de una joven mujer.
“¡Asesinos! ¡Mi mamá va a sufrir! ¡Papá!”, lloraba amargamente al mismo tiempo que alguien más decía que ya iba muerto cuando la noche los alcanzó.
Finalmente, en un área despejada antes de llegar al parque que sería su patíbulo, fue prendido en llamas hasta que se formó una hoguera con su cuerpo que finalmente calmó la ira y trajo el silencio al pueblo.
Un testigo lamentó su muerte, otro le contestó “No es eso hermano, ya se ha pasado de vivo”.
Todos estos hechos ocurrieron ante la incapacidad de la Policía Municipal que a pesar de los esfuerzos no pudieron evitar el linchamiento.
A casi 24 horas de haber ocurrido los hechos, ninguna autoridad ha emitido algún pronunciamiento al respecto.
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