eloccidental
Guadalajara12 de abril de 2025
Análisismiércoles, 2 de abril de 2025

Aún no es suficiente

Síguenos en:whatsappgoogle

Las dos premisas básicas, una, que los gobiernos, hagan lo que hagan, nunca será suficiente para responder a las expectativas sociales; y dos, al gobierno, no se le debe de aplaudir, se le debe de exigir. Ambas premisas podrán parecer injustas, pero a la sociedad le sobran malos recuerdos, viejos agravios - y recientes también-, pero en relación a la calidad y a la evaluación social del gobierno (los gobiernos de todos los órdenes, federal, estatal y municipal), las cifras frías, los resultados revisados sobre el cumplimiento de su propia planeación, objetivos y metas, quedan a deber y sus avances en lo general, son sin insuficientes.

La degeneración de nuestra sociedad, llena de ansiedad y de prisa por cambiar persiguiendo tendencias sin planeación, sin orden, obliga a modificar el orden legal para actualizarse en base a las exigencias de la gente. Así mismo, la crisis de credibilidad de la clase política, situación crónica, añeja y en aumento permanente, son factores que marcan la relación entre gobernantes y gobernados, siempre en déficit para con los políticos como cruz qué debe de cargar.

No es nueva la mala percepción de gobernantes y de los políticos: desde la antigüedad, zares, reyes, dinastía, presidentes y dictadores han sido abatido por el descontento social. Desde el empalamiento, pasando por las guillotinas, los fusilamientos y diversas formas de causales la muerte, el pueblo ha castigado a sus gobernantes para recriminarles sus actos. Es difícil encontrar tiempos de paz en la historia de la humanidad, pero es aún más difícil enumerar los buenos gobiernos del mundo en cada época.

En México hay claridad en las leyes y sus reglamentos sobre qué es lo que debe de hacer cualquier gobierno, cuáles son las atribuciones de quienes nos gobiernan, cuáles son sus funciones, sus obligaciones e incluso en los procesos a desarrollar durante su encargo gubernamental. Sin embargo, las carencias y las necesidades de la sociedad desbordan al trabajo de los gobernantes. Es claro que se han realizado programas, proyectos y obras para servirle a la población, pero también es claro que aún falta mucho por hacer y queda debiendo en materia de resultados la mayoría de los gobiernos pasados y en turno.

Seguridad pública precaria; servicios de salud faltos de cobertura con desabasto de insumos y medicamentos; educación pública en deterioro de su calidad, cobertura y aprovechamiento por parte de la población estudiantil; impunidad exagerada, casi total, en un país donde la justicia es un pendiente que se agrava a cada día, por rezago, corrupción e incapacidad de nuestros gobernantes, son ejemplos de que a pesar de los esfuerzos de nuestros gobiernos, son insuficientes y para llegar a la cálida y a la satisfacción en el servicio, falta demasiado camino aún por recorrer.

Es importante reconocer que hay buenas acciones y hechos que merecen observarse con gusto y que la perfección no es humana. La mejora continua es un ciclo que depende de que el gobierno redoble sus esfuerzos y mejore en lo que hace para cumplir con sus objetivos sociales, así como también la sociedad debe endurecer su juicio para exigir más y lograr los beneficios sociales que son deseables y que nos merecemos como ciudadanos. El ciclo de la calidad nunca termina. Si logramos algo bueno, inmediatamente empecemos a luchar por algo mejor. Ese ciclo virtuoso nos hará tener mejores gobiernos, ejerciendo ciudadanía activa, corresponsable y participativa, impulsando a políticos y a gobernantes a dar lo mejor de sí en beneficio de la colectividad. Nunca es suficiente pero el ciclo debe continuar, acompañado de mejora continua. Un mejor México es posible y de todos depende alcanzarlo.

www.youtube.com/c/carlosanguianoz

@carlosanguianoz en X

ÚLTIMAS COLUMNAS

Más Noticias