Diálogo y trabajo pide Iglesia para acabar con el tráfico de drogas
El consumo de drogas en jóvenes se está incrementando, reconoce el Arzobispo de Acapulco, Leopoldo González
Heidi Nieves / El Sol de Acapulco
El arzobispo de Acapulco Leopoldo González González llamó a todos los actores de la sociedad y autoridades recién electas, a entablar un diálogo constructivo y a trabajar conjuntamente para que el país este libre del narcotráfico de drogas y sus consecuencias.
A través de la página de la Arquidiócesis leyó el comunicado de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), el cual hace énfasis en el día Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas, conmemorado el 26 de junio donde lamentan el aumento en el consumo de estupefacientes en jóvenes.
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“Creemos firmemente que trabajando juntos, en un espíritu de apertura y respeto mutuo, podemos desarrollar estrategias integrales que fortalezcan el tejido social, promuevan la cultura de la legalidad y ofrezcan alternativas viables a nuestros jóvenes. Como Iglesia, nos comprometemos a ser parte activa de este diálogo, aportando nuestra visión y recursos para construir un México más justo, seguro y próspero para todos”.
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Joseph Spiterio respaldó las acciones del obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González para consolidar la paz en GuerreroMonseñor González dijo que el trafico de drogas ha impactado severamente el pais afectando el tejido social y la seguridad de los mexicanos, causando dolor en el país, incluyendo la trágica pérdida de vidas durante el reciente proceso electoral.
“El narcotráfico representa un desafío multifacético que va más allá de la seguridad pública; pone a prueba los fundamentos mismos de nuestra sociedad: la justicia, la solidaridad, el respeto a la vida y la dignidad humana. Ante esta realidad, estamos llamados a una respuesta colectiva y decidida”, destacó.
González González pidió no naturalizar la situación y no dejar que el corazón se llene de miedo ni que se adormezca la capacidad de reconocer que está en juego el presente y el futuro de la sociedad.
Finalmente invitó a los jovenes a buscar la plenitud de la vida en el amor de Dios y el servicio a los demás, encontrando en ello el verdadero camino hacia la realización y la felicidad.