Los tlaxcales, el pan prehispánico que no pueden faltar en las ofrendas
Una simbiosis de la devoción sagrada para compartir el pan, la sal, mole, dulce, flores y frutas con bebidas como chocolate, café o licor
Cabe mencionar que en la liturgia católica, los tlaxcales forman parte del pan, es el ofrecimiento fraternal que en la iglesia se representa como “el cuerpo de Cristo”.
“Desde entonces lo hacemos, aunque ellas ya viven en sus casas con sus familias” comentó doña Felipa, quien como la familia Ulloa de Zacatepec conserva esta tradición para poner en el altar, e incluso vender algunos.
En la zona Surponiente nunca faltan los pequeños puestos donde venden tlaxcales que ofrecen incluso como galletas de maíz, un tanto secas, pero deliciosas aunque el sabor varía dependiendo de la receta de familia.
Al Norte de Morelos, por Tepoztlán, al traxcal le ponen canela y es más suave, la maza que se usa es de elote más fresco, y le ponen canela, lo cosen directamente en el comal, refiere la familia Morales.