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Tendenciasviernes, 4 de marzo de 2022

La Plaga de Justiniano: la pandemia que azotó al Imperio Romano y hace lucir al Covid-19 como una caricia

Esta epidemia se convirtió en una de las peores pandemias de la Historia, generando más de 40 millones de muertes

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La Plaga de Justiniano: la devastadora pandemia que logró destruir al Imperio Romano. / Foto: Vilius Petrauskas | Illustration for Total War: ATTILA 2015
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Jorge Venegas / El Sol de La Laguna

Era el año 541 cuando la ciudad de Constantinopla era una trampa mortal. Lo que inició como un simple brote de una nueva enfermedad se transformó en una epidemia imparable que se cebaba especialmente con los más jóvenes y fuertes. Su avance fue espeluznantemente arrasador.

Solo bastaron un par de semanas para que la cifra de muertes pasara de 5,000 al día a 10,000. Ni aun entonces el emperador Justiniano renunció a recaudar impuestos a sus súbditos y les hizo pagar incluso los de sus vecinos muertos. Así lo relató el cronista de cabecera del emperador, conocido como Procopio de Cesarea, aunque todo fue inútil. La llamada Plaga de Justiniano fue el último clavo en el ataúd de lo que un día fue el Imperio Romano y se expandió por todo el mundo matando alrededor de 40 millones de personas, por lo que es una de las peores pandemias de la Historia.

La identidad del patógeno que causó la devastación ha sido un misterio desde entonces. Ninguna persona sabía si fue la peste y si ese patógeno fue también el responsable de la peste negra que volvió a azotar al mundo en la Edad Media. Tampoco se conocía su conexión con la tercera gran plaga mundial, que estalló en el siglo XIX, ni si está relacionado con el patógeno que, aún hoy, causa peste a miles de personas. Ahora, después de 1,500 años del desastre de Constantinopla, un equipo de numerosos científicos ha conseguido reconstruir el genoma completo del patógeno que desató aquella plaga y ha respondido las preguntas que todo el mundo llevaba haciéndose por más de un milenio.

Los dientes de algunos cadáveres que fueron encontrados en un cementerio de Alemania han aportado bastante a las conclusiones, ya que sus restos datan de las fechas aproximadas de la plaga. Se pudo extraer pequeños fragmentos de ADN de la Yersinia pestis, bacteria de la peste. Dicho análisis permitió que se reconstruyera el genoma completo del patógeno. La revista The Lancet Infectious Diseases reveló que la Plaga de Justiniano fue lo que los expertos llaman “un callejón sin salida”. En otras palabras, esto significa que la plaga originó una variante de Yersinia pestis que no está emparentada con las de la gran peste negra medieval y su resurgimiento decimonónico.

EL VERDADERO ORIGEN

“Nuestro estudio proporciona nuevos datos sobre una de las epidemias más devastadoras de la Historia y también sobre la forma en la que se extienden las plagas”, destaca el equipo liderado por Hendrik Poinar, egresado de la Universidad de McMaster en Canadá, a través de un comunicado de prensa. Hace varios años, Poinar fue el primero en obtener el genoma de la peste negra, que mató a 30 millones de personas. Por lo que ahora posee un récord: el patógeno de la plaga de Justiniano es el más antiguo del que se ha obtenido el genoma completo.

De cualquier forma, este estudio también ha generado dudas inquietantes: ¿cómo puede ser que un asesino tan exitoso evolutivamente hablando desapareciera sin dejar rastro? Aún es un completo misterio, pero el trabajo sí señala que una nueva pandemia de peste en nuestro siglo actual es una posibilidad. “Si la peste de Justiniano pudo irrumpir en la población, causar una descomunal pandemia y después morir, esto sugiere que podría pasar otra vez”, explica David Wagner, investigador de la Universidad del Norte de Arizona y coautor del estudio. “Afortunadamente”, dice, “ahora tenemos antibióticos que podrían tratar la peste de forma efectiva, lo que reduciría las posibilidades de una nueva pandemia”.

Además, el análisis de ADN demostró que Procopio, el historiador, no siempre era confiable. En una de sus crónicas de la peste describió su origen y expansión. “Empezó con los egipcios de la ciudad de Pelusium. Se dividió y parte fue a Alejandría y el resto de Egipto y otra parte fue a sus vecinos los palestinos y, desde allí, recorrió toda la Tierra”. Al reconstruir el genoma de la peste, Poinar puede aclarar de dónde surgió por primera vez y cómo viajó desde allí. De acuerdo con su trabajo, el origen de la plaga viene desde Asia, después se expandió a Europa.

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