La cobardía y la esquina de la muerte
El mote de “La esquina de la muerte”, lamentablemente, podría aplicarse a muchas intersecciones de la Ciudad de México. Pero en el cruce de los ejes “Chicomostoc Imán - Delfín Madrigal” y “Aztecas - Imán” ocurrieron al menos 424 incidentes viales entre enero de 2022 y febrero de 2024. Desde simples laminazos hasta tragedias irreparables.
El pasado 18 de febrero, cerca de esa esquina, por la noche, murió Óscar Iván, de 27 años, mientras iba en bicicleta. Lo mató Gerardo Daniel con su arma de cuatro aros, un vehículo de gama alta con 47 multas de tránsito impagas.
La combinación de una intersección mal diseñada y la impunidad total de los conductores temerarios es explosiva. Usando la expresión de Erika Vextler, diría que es nuclear, Jacobo, nuclear.
La muerte de Óscar Iván es tanto un síntoma de la cobardía de algunas autoridades como el presagio de futuras tragedias. Me explico. En 2021, la intersección de Imán, Delfín y Aztecas fue modificada, aumentando su peligrosidad: se recortaron las áreas peatonales para facilitar las vueltas de los automóviles. Avenida Aztecas pasa de tener 10 carriles a 11 al convertirse en Imán. Delfín Madrigal pasa de tener 6 carriles a 8 cuando se vuelve Chicomostoc Imán. Ambos ejes están sobrados de capacidad en ese punto, salvo los días en que se instala el mercado.
Para colmo, con la introducción de la Línea 12 del trolebús, se decidió que circulara en contraflujo en ambas direcciones, a pesar de que todas las recomendaciones en seguridad vial —y la experiencia de los ejes viales desde 1979— desaconsejan el uso de contraflujos por ser demasiado peligrosos.
Cuando una intersección es insegura, la mejor estrategia es aplicar el modelo “KISS”: “Keep it simple, stupid”. Mientras menos movimientos, más seguridad. Pero aquí se hizo lo contrario, y eso nos lleva a los cobardes responsables.
Buena parte de la cúpula de la Secretaría de Movilidad en la pasada administración venía del activismo. Hubo demasiadas decisiones erróneas que impactaron la seguridad vial, detonaron el aumento de muertes por incidentes de tránsito y, con seguridad, la cifra seguirá alta y creciente en los próximos años.
¿Cuál habría sido la conversación entre Martí Batres y el Secretario de Movilidad sobre este corredor? Algo así como:
“Señor Jefe de Gobierno, no podemos meter el contraflujo, es muy peligroso. Mejor encargamos trolebuses con puertas de ambos lados para que puedan alinearse con el camellón central en Aztecas y con las banquetas en el resto de la línea.”
O, tal vez, simplemente:
“Lo que usted diga, jefe.”
Todo indica que fue la segunda opción.
Hoy las autoridades tienen más prisa que nunca por cortar listones, hacer propaganda y sacar proyectos sin fijarse en los detalles. Necesitamos más activismo que desgaste la cobardía de los funcionarios que no ponen sobre la mesa la seguridad vial cuando revisan los proyectos. El asesinato imprudencial de Óscar Iván se pudo y debió evitar. Los cobardes que venían del activismo no lo hicieron. Pero gracias a su silencio, hoy tienen mejor hueso. Felicidades, por cierto.
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