A sus 34 años de edad, el joven ya cumplió un sueño de estar detrás del home plate de una Serie del Caribe, donde presenció el tercer juego en la historia del clásico caribeño de un sin hit, sin carrera
El equipo se apoyó en el relevo de Hugo de León y el bateo clave de Pérez y Romero, mientras que el daño de JAPAC fue contenido por un buen trabajo defensivo