Don Sabino Saldierna Trejo, piñatas de generación en generación
Bajo las sombras de los árboles a un costado de las canchas de la colonia Morelos, unen las varillas de carrizo, papel periódico y de China para darle forma a los deseos de los clientes
Víctor Alva
Comenzó como una acción para salir al paso de las circunstancias, no tenía conocimiento de cómo hacerlas, solo viendo otros trabajos terminados se dio la idea y desde hace más de treinta años Don Sabino Saldierna Trejo se ha seguido de largo en la elaboración de las piñatas, en esta ocasión, las tradicionales estrellas para las posadas, de Navidad y Fin de Año.
Me salían chuecas, dice, pero poco a poco fuí mejorando y ahora, ya mis hijos así como mis nietos han tomado la batuta en sus manos y ellos continúan con la elaboración de las piñatas, Dios no desampara y siempre sale para comer, agrega.
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La intensión es fomentar el autoempleo y contribuir en una mejor calidad de vida de los maderenses, incrementando con esto las oportunidades para el sector emprendedor.Bajo las sombras de los árboles a un costado de las canchas de la colonia Morelos, unen las varillas de carrizo, papel periódico y de China para darle forma a los deseos de los clientes, por la actual temporada se concentran en las de cinco puntas que simbolizan el Espíritu, el Aire, el Agua, el Fuego y la Tierra.
Comencé en el año de 1970, uh, las vendía a cuatro pesos y a cinco, pero actualmente todo se ha elevado, inicié como dijo aquel con el poco de conocimiento que tenía, las hice como Dios me dio a entender, me salieron chuecas, no aprendí de nadie, veía y poco a poco avanzamos, ahora mis hijos están con el negocio
señala campechano Don Sabino, quien tiene nueve de familia.
Explica que como todos, durante su juventud era rebelde y no escuchó a su padre que le aconsejaba que se integrara al sindicato de Ferrocarriles pero nunca lo hizo y un día se quedó sin trabajo.
“Fuí ferrocarrilero, trabajaba en las máquinas todavía de vapor, mi padre me decía que me integrara al escalafón pero terco, nunca quise, nunca me imaginé que me cerrarían las puertas, me quedé afuera pero para comer sale, Dios no nos desampara, se las ve difícil uno, se necesitan los centavitos pero me fijé en las piñatas y desde entonces, ahora sólo ayudo a mis hijos”, señala.
Su actividad es durante todo el año, elabora piñatas del personaje que el cliente pida, de cómics, autos, aviones y otro diseño que se adapte a los materiales con los que la elaboran; ya están listas para las posadas, la Noche Buena así como el Fin de Año.