A 88 años de la construcción de la presa, esta es la historia del abastecimiento de agua en Tijuana
En el marco del Día Mundial del Agua, recordamos la historia del recurso hídrico, y cómo es que en una zona en la que escasean las lluvias se ha logrado distribuir a gran parte de Tijuana.
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Carolina Pérez García
Este 22 de marzo se celebra a nivel internacional el Día del Agua, fecha que instauró la Organización de las Naciones Unidas (ONU) desde 1992 con el fin de concientizar a la población sobre el cuidado del vital líquido a nivel mundial.
Por ello, dentro del marco del Día del Agua, es importante recordar la historia del recurso hídrico en Baja California, y cómo es que en una zona en la que escasean las lluvias, se ha logrado distribuir a gran parte de Tijuana.
Los inicios de Tijuana
En la antigüedad, las civilizaciones solían asentarse cerca de lagos, ríos y lagunas para asegurar su abastecimiento de agua. Sin embargo, el caso de Tijuana fue distinto, pues sus primeros cimientos se dieron por su cercanía a la frontera, dando pie a comercios, inversiones y turismo; lo que dejó un problema para sus habitantes, el consumo de agua.
La región de Tijuana y Playas de Rosarito comprende una zona semidesértica, en la que las precipitaciones pluviales no son comunes como en otras zonas del país, un factor que afecta a la distribución del agua, aunada a el gran crecimientos de la población.
La construcción de la presa Abelardo L. Rodríguez
Desde 1927 iniciaron los intentos por resolver la distribución del agua, con estudios realizados en las cuencas importantes de la ciudad: Río Tijuana, el arroyo Alamar y el de Tecate. Esto dio pie al inicio de la construcción de la presa Abelardo L. Rodríguez, la cual inició con un abastecimiento suficiente para una población de 60,000 habitantes, así como un sistema de riego para 1,200 hectáreas.
El 22 de septiembre de 1936, inició el almacenamiento de agua en la presa, de acuerdo al archivo histórico de la CESPT. En enero del siguiente año el líquido comenzó a distribuirse por los canales situados a los márgenes del río.
El entonces territorio Norte de Baja California finalizó la obra en el año de 1937, es decir 10 años después, por la Comisión Nacional de Irrigación.
Los ductos de distribución se dividieron en dos, uno para el riego de las parcelas, y el otro para la población. Los canales norte y sur, distribuían riego a las zonas agrícolas de lo que hoy conocemos como el bulevar Agua Calienta y a las faldas del Cerro Colorado.
El crecimiento poblacional en Tijuana aumentaba, y debido a la deficiencia en el suministro de agua proveniente de pozos y la incapacidad de satisfacer la demanda, el entonces gobernador, Rodolfo Sánchez Taboada, creó diversas instituciones para resolver el problema, entre ellos la Junta de Aguas y la Dirección General de Obras Públicas. Además, se colocó una tubería de casi 6 kilómetros a partir del extremo poniente del canal sur en las inmediaciones del hipódromo hasta la pila Morelos, construida en los mismos años que la presa.
Las condiciones climatológicas, y una sequía prolongada requirió que en 1954 se prohibiera el uso del agua para fines agrícolas, quedando exclusivamente para uso doméstico. En los años 50, el canal sur (el de mayor longitud) tuvo que transformarse en zona habitacional, constituyendo lo que hoy es la delegación La Mesa, que comprende parte de 5 y 10, Parque Morelos, El Lago, Las Huertas, Los Pinos, 3ra Etapa Río Tijuana y más.
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Las lluvias que marcaron la historia de Tijuana
De 1927 a 1960, el crecimiento de la población en Tijuana aumentó casi 15 veces, de acuerdo con información de la CESPT. Con una cifra de 165 mil 417 habitantes, y una población flotante de 33 mil personas, la ciudad sumaba picos de hasta 150 mil visitantes al día.
De 1960 a 1965, Tijuana enfrentó un problema agudo en cuanto a escases de agua, lo que puso en marcha diversas soluciones, entre ellas, el acueducto que conduce agua a la ciudad desde Mexicali, y la operación de la planta desaladora en Rosarito, entre otros. Hasta que, entre diciembre de 1979 y enero de 1980, se presentaron fuertes precipitaciones en la región, lo que logró llenar la presa que por varios años permaneció vacía.
Posteriormente, entre 1982 y 1983, la presa vuelve a captar agua gracias a las lluvias de esos años; diez años más tarde, en 1993, la ciudad sufrió graves inundaciones, sin embargo, gracias a ello, la presa alcanzó su máxima capacidad.
En la actualidad, a 88 años de la construcción de la presa Abelardo L. Rodríguez, el abastecimiento de agua en Tijuana sigue representando un problema, pues, de acuerdo a información del Gobierno de México, hasta 2020 la ciudad fronteriza cuenta con una población de un millón 922 mil 523 habitantes; que en comparación al 2010, la población creció en un 23.3 por ciento.
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