“No podemos percibir que está pasando al interior de la tierra, como ya no hay sistema de retención, no se conoce, esas viviendas pudieran colapsar en un abrir a cerrar de ojos”, comentó.
“Se deportó por el miedo que lo separaran de su perro, lo que nos ha obligado a tener también protocolos para atención a personas acompañadas de sus mascotas”, dijo Vega Aguirre.
Se refirió al reciente incremento en la tasa arancelaria al aluminio y acero exportados hacia Estados Unidos, cuyos efectos ya comienzan a notarse en la industria y en la balanza comercial de México.