El evento, organizado por los gobiernos federal y capitalino, convirtió el Zócalo en un túnel del tiempo donde la multitud vivió, sintió y celebró el pasado como si ocurriera en tiempo real
Brugada rindió homenaje a la civilización mexica y al legado cultural de los pueblos originarios que dieron vida a una de las ciudades más asombrosas del mundo antiguo