Con permisos municipales, artesanos ocupan el Jardín Guerrero, Jardín Zenea y el andador Francisco I. Madero para exhibir y comercializar sus productos.
En el Pueblo Mágico de Bernal, los razers, aunque oficialmente prohibidos, continúan operando con normalidad y son ofrecidos en distintos puntos del pueblo.
Mercados como el de la Cruz se ven abarrotados por las amas de casa que van a adquirir lo que necesitarán para la cena y otras tantas para comparar los precios