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Chihuahua30 de marzo de 2025
Localmartes, 12 de julio de 2016

Dejan al descubierto operativo utilizado en las pasadas elecciones

Dejan al descubierto operativo utilizado en las pasadas elecciones

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Foto: Archivo
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David Piñon

Prospera, el programa federal de combate a la pobreza en Chihuahua, fue utilizado para apoyo a las campañas del PRI en la pasada elección en la capital, Juárez, Parral, Madera, Jiménez, Bocoyna y otros municipios, desviándose personal y recursos públicos durante los dos meses previos a la elección y el día de la jornada electoral, para movilizar beneficiarios en condiciones de marginación, a votar por candidatos tricolores.

Los equipos de los candidatos independientes y del Partido Acción Nacional detectaron la movilización de votantes en extrema pobreza y la participación de funcionarios de Prospera, que dirige la delegada Delia Rita Soto Payán, en un proyecto denominado “La fiesta de la abuela”, que por medio de nombres en clave y bajo distintos esquemas, extrajeron recursos económicos de la dependencia federal para esa tarea.

A mediados de marzo, del presente año, en una entrevista realizada en el municipio de Madera, el entonces candidato a gobernador del Partido Acción Nacional, Javier Corral Jurado, denunció que el programa Prospera había comenzado una operación político-electoral consistente en el acarreo de votos a favor del Partido Revolucionario Institucional, sin embargo, no pudo comprobar lo dicho, pues se basó en un formato que le entregaron algunas beneficiarias donde se les pedía sus datos como dirección, nombre y número telefónico.

Sin embargo, posteriores investigaciones de candidatos en Juárez, Parral, Madera y Chihuahua, llevaron a encontrar evidencias de la operación, que pretendía favorecer con los recursos de Prospera, principalmente a los candidatos Enrique Serrano, Miguel Primo Armendáriz, Héctor “Teto” Murguía, entre otros.

Dicha operación electoral a favor de todos los candidatos del PRI consistió en tener información de las beneficiarias de Prospera, que son las madres de familia que reciben los apoyos federales, para el día de la votación, con el “compromiso” de emitir su voto a favor de dicho partido, no obstante varias beneficiarias le pasaron al entonces candidato panista a la gubernatura ese formato, con lo cual hizo la denuncia ante la radio.

En documentos presumiblemente elaborados en la Delegación de Prospera, se asienta con diferentes claves la forma de operación de “La fiesta de la abuela”, así como los objetivos que persiguió, en 3 zonas de la entidad, en las que se incluyen los 38 municipios más grandes del estado, donde la dependencia federal distribuye recursos.

En dichos documentos se hace referencia a un esquema de “permeabilidad en casillas”, con 88 operadores en todo el estado, con la tarea de movilizar a 10 líderes cada uno, para dar un total de 880 de éstos. A cada líder se le delegó la tarea de llevar a votar a 100 “promovidos”, para dar un total de 106 mil 400 votantes, que deberían reflejarse en las urnas a favor de los candidatos del PRI.

EL ORIGEN DE LA FIESTA DE LA ABUELA

La operación político-electoral aparece con distintos nombres en documentos como “proyecto” o en algunos casos, como un “programa”, por ejemplo: “Proyecto Activismo Chihuahua” o bien, “Proyecto de permeabilidad política en Chihuahua 2016”.

En enero del presente año, de acuerdo con denuncias internas que dieron pie a la investigación de candidatos independientes y del PAN, la delegada Delia Rita Soto Payán mandó a su personal a una “capacitación” en Ciudad Juárez, donde se les dio a conocer el plan político-electoral a favor de los candidatos emanados del partido tricolor. Durante dicha capacitación, Eduardo Herrera Cruz, jefe de Planeación y Proyectos Productivos y Julio León, jefe de Recursos Humanos, dieron a la planta de trabajadores del programa las especificaciones de cómo iba a funcionar la operación político-electoral a la que dieron el nombre de “La fiesta de la abuela”, dirigido a cada uno de los trabajadores del programa Prospera en el estado de Chihuahua.

La operación estuvo a cargo de un coordinador general, pero además contó con operadores, capturistas, líderes y miles de “promovidos”.

Las claves que se utilizaron fueron las de “mesero”, para definir al candidato a gobernador del PRI y a los candidatos a presidentes municipales, en tanto que el coordinador general y los coordinadores generales adjuntos serían identificados como “chefs”; además se pusieron otras claves como “tíos”, “primos”, “primas”, para definir al personal de la estructura.

Los ocho subcoordinadores con su respectivo apoyo técnico se identificaron como “Tíos”. Los 88 operadores, 11 por cada subcoordinador, fueron los “Primos”. Los 88 líderes, 10 por cada operador, se denominaron como “Tías”. Las 8 mil 800 promotoras, 10 por cada líder, se llamaron “Primas”. Los 96 mil 800 promovidos habrían sido los “Invitados”, aunque no hay registro de que se hubiera logrado tal meta de “movilización”.

El plan tenía como objetivo primario garantizar la movilización a través de 8 bunkers, 88 operadores y 880 líderes el día D (día de la elección), en coordinación con el Comité Directivo Estatal del PRI y los comités municipales.

“Adicional a ello contaremos con 7 bunkers en los municipios de Chihuahua, Juárez, Camargo, Parral, Cuauhtémoc, Bocoyna y Guachochi, en los cuales tendremos monitoreo en tiempo real de los avances en la votación. Ahí también se realizará un monitoreo vía telefónica para impulsar la movilización. Los 88 operadores con los que contamos estarán en territorio supervisando el trabajo de las 880 líderes de colonia para garantizar la movilización” (sic)”, asienta el “proyecto de permeabilidad política en Chihuahua 2016”, presentado desde ese mes de enero al personal de Prospera.

El presupuesto inicial para “la fiesta…” fue de 605 mil pesos de gasto directo, pero no se considera el gasto de personal y recursos que utilizaron los funcionarios de Prospera.

A los 880 líderes se les dio un apoyo de 500 pesos a cada uno, para dar un total de 440 mil pesos; a los operadores, 88 en total, se les dotó de mil pesos, para sumar 88 mil y se destinaron 10 mil pesos a la operación de bunkers o casas amigas, en total 70 mil pesos, más 7 mil pesos más a 14 capturistas, es decir 500 a cada uno.

La forma de financiamiento habría sido a través de los viáticos que se entregan a los funcionarios y directivos de Prospera, que comprueban mediante facturas de productos y servicios.

PLAN B PARA EVITAR QUE SE SALGAN DEL “CORRAL”

En esta movilización que buscó beneficiar con votos a los candidatos del PRI en las pasadas elecciones, se crearon estrategias destinadas a impedir que la gente se “volteara” en las urnas.

Por ejemplo, hubo cambios de puesto o término de contrato con la “productora”, es decir con Prospera, de personal que laboraba en la dependencia pero ejercía tareas políticas. También se marcó distanciamiento de enlaces municipales y cambio de estrategia para los meseros (candidatos priistas a distintos puestos de elección popular). Se planteó sustituir o “neutralizar” al personal que representara riesgo de conflicto y también excluir a familias beneficiarias en caso de que se mostraran abiertamente a favor de otros candidatos.

“Reducir tramos de control en operación, reforzar compromiso con primos, tías y primas. Llevar a cabo una capacitación estatal con todas las figuras implicadas, lo que conlleva movilización del personal. Movilizar a un miembro de la cocina (personal del programa en Chihuahua), designado por la chef (delegada), para que refuerce el tema en cada una de las mesas (municipios) y resuelva las problemáticas acordes a la región. Reunir a la chef (delegada) y a su equipo (personal de Prospera en Chihuahua) con el mesero (candidato priista) en un lugar seguro que blinde al equipo y la productora (es decir, al programa Prospera, para evitar denuncia electoral), para plantear la estrategia y establecer una coordinación”, se asienta en el documento general del plan. “Organizar desayunos con pequeños grupos de tías, para que tengan acercamiento con la chef y con ello reforzar la estrategia. Asistir a reuniones con primos y tíos para evaluar y mejorar el proceso. Asignar dos personas para recopilar, concentrar, organizar y emitir reportes sobre el avance de la estructura. Medir la capacidad y efectividad del sistema previo a la fiesta. Garantizar la movilización de la estructura a través de los recursos disponibles con las limitaciones de ley y la estrategia de blindaje establecidas”.

Se investiga dentro de todas las acciones que se realizaron por la dependencia federal, la realización de otra reunión de capacitación en Parral a fines de marzo e inicios de abril, para cambiar de nombre debido a que el entonces candidato panista, Javier Corral, había denunciado dicha operación de movilización electoral, con la idea de cambiar el nombre de la operación para llamarla “Closet”, sin embargo se decidió que permaneciera como “La fiesta de la abuela”, ya que el personal ya estaba familiarizado con los nombres clave usados hasta ese momento.

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