Según la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO), existen cinco formas comunes de obsolescencia, todas con el mismo resultado: forzar al consumidor a sustituir productos que, en muchos casos, podrían seguir funcionando.
Coparmex señala que la mayoría de las extorsiones no se denuncian por temor a represalias del crimen organizado, desconfianza en las autoridades y mala clasificación del delito