Terrorismo en Guanajuato
El Estado lleva días en vela, la delincuencia se ha apropiado de calles, plazas y de las redes sociales. Hace días que comenzó este terrible e incansable ataque en contra de la tranquilidad de los Guanajuatenses; en específico CELAYA, APASEOS, SALAMANCA, JUVENTINO ROSAS, VILLAGRÁN y LEÓN prácticamente el corredor industrial.
Las autoridades parecieran pasmadas y detenidas ante estos sucesos, si bien han aumentado los patrullajes, la presencia de elementos de la Guardia Nacional y del Ejército, esto no ha sido suficiente para detener los ataques o por lo menos disminuido, ahora con las narcomantas que fueron colocadas el 13 de agosto o que aparecieron ese día, queda más que claro que no existe una estrategia o por lo menos NO existe una coordinación entre las autoridades de los diferentes niveles de Gobierno.
Si bien estamos viviendo en carne propia lo que es el terrorismo es decir acabar con la paz y tranquilidad, la forma más clara e imponente de estos delincuentes de generar terror entre la población es a través de las redes sociales, mensajes de texto, de audio e inclusive en Instagram o TikTok, donde se apoderan de la tranquilidad de los Ciudadanos inclusive hay que decirlo, los ciudadanos al momento de compartir este tipo de información la cual puede ser real o ficticia aumentan el pánico e incertidumbre y a su vez esto se refleja en el cierre de negocios y escuelas, afectando la economía de las Ciudades.
Dejando con lo anterior a los Gobernados en un ambiente de preocupación e incertidumbre.
Eso deja a los gobernados con muy pocas opciones. Alguien que vive en un lugar con alto número de homicidios sólo tiene dos posibilidades: o se resigna, con la esperanza de que uno de los grupos en conflicto acabe con el otro, o se muda a un sitio en el que haya un cártel dominante.
En la campaña electoral, López Obrador, pronosticó que la violencia criminal se terminaría al día siguiente de su triunfo en las urnas. Luego, ya en el gobierno, ofreció que acabaría con ella en seis meses, gracias a la aplicación de programas sociales destinados a cambiar la realidad social que, a su juicio, propicia el delito.
Después, dijo que sería un año. Los plazos se cumplieron y la tasa de homicidios no ha decrecido mayormente. Tampoco la de desapariciones. Pascal Beltrán del Rio. (columna Excelsior)
La violencia no cede ni cederá a corto plazo en nuestro Estado, los Mandatarios municipales están atenidos a las órdenes del Gobernador y si bien él tiene la batuta para aplicar el uso de la fuerza, los municipios se están quedando con los brazos cruzados sin generar una estrategia en conjunto y mucho menos confianza en la población.
Ojalá próximamente veamos, conozcamos y tengamos mandatarios, con la verdadera voluntad de recobrar la paz que se respiraba en nuestro Estado, en nuestras Ciudades y Comunidades.