Gobierno estima un crecimiento del PIB de entre 1.5 y 2.5% en 2020
De acuerdo con el Paquete Económico 2020 entregado a los diputados, al cierre de ese año, se prevé una inflación anual de 3.0%
Gabriel Xantomila / El Sol de México
El Gobierno federal estima para el 2020 un crecimiento real anual del Producto Interno Bruto (PIB) de entre 1.5 y 2.5%. En particular, para las estimaciones de finanzas públicas se considera un crecimiento puntual de 2.0% real anual.
De acuerdo con el Paquete Económico 2020 entregado a los diputados, al cierre de ese año, se prevé una inflación anual de 3.0%, igual a la proyectada por el Banco de México para el cuarto trimestre de ese año en su Informe Trimestral de abril-junio de 2019; un tipo de cambio nominal de 20.0 pesos por dólar, y una tasa de interés nominal promedio de Cetes a 28 días de 7.4%.
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El estado de Nuevo León aporta el 10% al Producto Interno Bruto nacionalAsimismo, para 2020 se proyecta un precio para la mezcla mexicana de exportación de 49.0 dólares por barril, por una menor demanda del energético, resultado del escalamiento de las tensiones comerciales, la desaceleración de la actividad industrial a nivel global, así como la entrada en vigor en 2020 de la regulación de la Organización Marítima Internacional (OMI) sobre el contenido máximo de azufre del combustóleo.
Igualmente, se propone una plataforma de producción de 1,951 miles de barriles de petróleo diarios, de acuerdo con el Plan de Negocios de Petróleos Mexicanos (Pemex) 2019-2023 y las estimaciones de la Secretaría de Energía sobre la producción privada.
Si bien las variables consideradas están en línea con las expectativas de los analistas de los mercados, el marco macroeconómico podría verse afectado si llegaran a exacerbarse algunos riesgos, entre los que destacan: un mayor retraso en la aprobación del T-MEC; un escalamiento de los conflictos geopolíticos y comerciales a nivel mundial; una mayor desaceleración de la economía mundial, principalmente, en la producción industrial de Estados Unidos; un mayor deterioro en la calificación crediticia de Pemex con su posible contagio a la deuda soberana; y una mayor debilidad de la inversión privada.