El criptoarte: millones por una obra digital
El NFT certifica la autenticidad e identifica cuál es la obra original y cuál la copia
Daniela Cabrera / La Prensa
Beeple ha ido acumulando titulares desde diciembre, cuando vendió en un solo fin de semana varias obras por 3,5 millones de dólares. Era la segunda vez en su vida que participaba en una subasta.
"Es un momento verdaderamente histórico no solo para el arte digital, sino para todo el mundo de las bellas artes”, dice Beeple en un comunicado.
“El mundo digital es bastante desconocido para nosotros, pero es un sector sólido, lleva años funcionando y Beeple es su artista más reconocido”, resume Ordovás.
Ordovás reconoce lo “marciano” que puede sonar a la gente oír hablar de los NFT de primeras: “Cuando te pones a leer, dejas la actitud de ‘esto me ha pillado muy mayor’ -explica- y empiezas a romper barreras”.
“Para ellos, la experiencia y el disfrute sigue siendo igual en una pantalla o en el salón de su casa” -argumenta-. Las obras puramente digitales tienen ventajas respecto al arte tradicional: no tienen problemas de espacio, costes de seguros o transporte y si viajas la puedes llevar contigo “y disfrutar de ella” en cualquier parte del mundo.
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