Su legado sigue vivo en manos como las de Agustina, Alma y Esmeralda: mujeres que entienden que la muerte no es el final, sino la prueba más grande de amor hacia la vida
El primero de noviembre, fieles de la Niña Blanca se reúnen en el recinto de Tultitlán, Estado de México, para honrar a quien les ha escuchado en sus plegarias por salud, trabajo y el bienestar de sus familias.