Urge acelerar protección ambiental y de especies
Son 30 años con victorias modestas y retos gigantes: José Carmelo Zavala
“El Protocolo de Montreal para combatir el hoyo de ozono, la gasolina sin plomo, limitar el uso del mercurio, la Cites, muestran el poderoso potencial de los acuerdos para, con ánimo y férrea voluntad, acelerar el paso en contra del cambio climático, proteger la biodiversidad y reducir la contaminación”, consideró.
“Surgieron metas para reducir la generación de residuos y elevar la fracción de reciclaje; estímulos al reúso de agua residual; responsables técnicos ambientales en empresas; perfiles profesionales técnico especializados en los funcionarios públicos; verificación vehicular; áreas naturales protegidas; más áreas verdes y separación de residuos”, dijo.
“Treinta años después, el CEPA es autoridad, pero la estructura cambió y el gobierno tiene más sillas; la verificación vehicular ambiental pasó de competencia municipal a estatal, se implementó con éxito parcial y hoy no se aplica; las metas cuantitativas en reducción de residuos y reciclaje se retiraron de la ley”, afirmó.
“La red de 14 estaciones de monitoreo de la calidad de aire funciona parcialmente y una amplia red comunitaria con casi 150 sensores de bajo costo la complementa; el estado co-administra el parque San Pedro Mártir, donde se reintrodujo con éxito el cóndor de California, prácticamente extinto hace 70 años; vuelan más de 40 ejemplares”, sostuvo.
“La agricultura de San Quintín se redujo de 50 mil hectáreas a 10 mil, pero claro que el valor económico de lo que producen ahora es siete veces más que si fuera el valle completo y esa agricultura depende de ósmosis inversa, se utiliza agua salobre tratada para riego en agricultura cubierta de plástico”, explicó.
“Tenemos la laguna de tratamiento de aguas residuales del oeste de Mexicali, que se usa para agua de enfriamiento en las termoeléctricas que están por La Rosita, y el agua tratada en Las Arenitas, al sur de Mexicali, se va al río Hardy; en Ensenada, las aguas tratadas en El Naranjo, se van para riego a Maneadero”, comentó.
“Ahora faltará ver cómo retornamos esas aguas ya bien tratadas en el lado norte de la frontera, para traerlas acá y poderlas reutilizar; tal vez esto es una opción para Valle de Guadalupe, porque van a ser unos 2.6 metros cúbicos por segundo”, estimó.
“La Comisión de Cooperación Ecológica Fronteriza (Cocef) y el Banco de Desarrollo de América del Norte (BDAN) mostraron la necesidad de ver a la frontera ya no como línea, sino como una región de 400 kilómetros de ancho y 3 mil de largo, donde los países se consultan y respetan sus jurisdicciones en un proceso productivo y rentable”, enfatizó.