Sordo mudo desde su primer año de vida, Aurelio Valle Hernández, de 54 años, aprendió de su padre el oficio de bobinar motores eléctricos y hoy es un referente en la colonia Progreso de Acapulco.
Su oficio, heredado de la tradición marinera, enfrenta hoy los retos de la pesca escasa y el cambio en las especies, pero mantiene viva la confianza de las familias locales que cada semana acuden a comprarle