Con flores, cruces y oraciones, decenas de trabajadores de la construcción, acompañados de sus familias, acudieron al templo de la Santa Cruz en Celaya para agradecer por el trabajo y la salud, manteniendo viva una tradición heredada de generación en generación
Como cada 3 de mayo, el barrio del Valle del Maíz en San Miguel de Allende se llenó de rezos, música y fervor. Albañiles y devotos caminaron con sus cruces hasta el templo para recibir la bendición y agradecer a la Santa Cruz por la protección en su trabajo diario