Bombardeo de nubes en el Valle de México aún no salpica agua al Cutzamala
La Sedena lleva un vuelo para provocar lluvia, pero las presas aún no mejoran
.webp)
Aabye Vargas / El Sol de México
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ya voló para estimular la lluvia y aumentar el nivel del Sistema Cutzamala, sin embargo, las presas no mostraron mejoría.
El proyecto de bombardeo de nubes inició el 28 de marzo y terminará el 7 de mayo. Consiste en esparcir por la cola de un avión King Air 350 –que mide aproximadamente seis metros y alcanza 600 kilómetros por hora– 100 litros de yoduro de plata con acetona a nubes a una altura de entre 12 mil y 30 mil pies.

En entrevista con El Sol de México, el capitán segundo y meteorólogo de la Secretaría de la Defensa Nacional, Ricardo Cruz Torres Padilla, explicó que el yoduro de plata y acetona fungen como un núcleo que aglutina todas las partículas de vapor de agua de la nube, las cuales se condensan y forman gotas de agua, lo que genera mayores lluvias.
Las condiciones climatológicas óptimas, es decir, humedad en las nubes mayor a 60 por ciento, sólo han permitido realizar un bombardeo el 29 de marzo, en el área del Río Lerma.
El meteorólogo aseguró que eso generó precipitaciones de hasta 13 milímetros, cuando pronosticaban de tres a cuatro milímetros sin la estimulación.
Pero el Informe semanal del Comité Técnico de Operación de Obras Hidráulicas de la Comisión Nacional del Agua, que abarca del 27 de marzo al 2 de abril, reportó que ninguna de las presas del Cutzamala recuperó un porcentaje de sus niveles.
.webp)
Las tres presas de almacenamiento del Sistema Cutzamala: El Bosque, Valle de Bravo y Villa Victoria, que abastecen a una parte de la Zona Metropolitana del Valle de México, están a 45.5 por ciento de llenado. Eso, según Conagua, es una disminución de 0.9 por ciento comparado con la semana anterior al bombardeo.
En la semana del 27 de marzo al 2 de abril, el almacenamiento de la presa El Bosque bajó 0.6 por ciento, la Villa Victoria tiene 1.2 por ciento menos y la Valle de Bravo es la única que no tuvo baja, pero tampoco alza.
Al proyecto de bombardeo aún le restan cuatro semanas de trabajo. La intención de los gobiernos federales y del Valle de México es aumentar el caudal para mitigar los efectos de la sequía.

La Sedena, junto con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) y la Comisión Nacional del Agua (Conagua), analizan las condiciones de viento y aceleración, así como puntos exactos en donde realizar la inyección del líquido, que puede aumentar hasta 40 por ciento las lluvias.
Efectividad
La generación de lluvia a través del bombardeo de nubes tiene una efectividad de 95 por ciento, aseguró el teniente y piloto aviador de la Sedena, Luis Gerardo Alvarado Núñez, uno de los 10 pilotos encargados de esparcir el yoduro de plata y acetona.
“Nosotros tenemos establecido un polígono. Cuando se tiene pronosticado que las nubes propicias van a pasar por ese polígono, es cuando a nosotros nos alertan para salir a volar y encontrarlas en el lugar adecuado e inyectar el estimulante. Se busca una humedad por encima del 60 o 70 por ciento, son las condiciones ideales”, dijo el piloto a El Sol de México.
.webp)
La labor de los pilotos es considerada de “alto riesgo”, debido a que el líquido se esparce en nubes tormentosas, con agua o granizo, que pueden causar un daño a la aeronave y reducir la visibilidad del piloto.
“Hay diferentes tipos de nubes, desde unas muy suaves, con bajas concentración de humedad, que cuando se vuela a través de ella es prácticamente imperceptible. Pero hay otras nubes que son tormentosas, de desarrollo vertical, las cuales se encuentran con muchas corrientes de viento interno, con demasiada humedad, agua y granizo.", señaló.
"Esas nubes son las que en un vuelo normal se buscan evitar, pero nosotros son las que estamos buscando estimular y son a las que nos tenemos que acercar”, agregó Alvarado.
.webp)
Los 100 litros del yoduro de plata y acetona son transportados en un tanque de acero ubicado dentro del avión en la parte de en medio y está acompañado por otro más pequeño que contiene aire para generar presión para esparcir el líquido que sale por la cola del avión.
➡️ Suscríbete a nuestro Newsletter y recibe las notas más relevantes en tu correo
La manguera por donde se transporta el líquido pasa por debajo del piso de la aeronave King Air 350, avión que la Sedena eligió por la versatilidad en el vuelo, debido a la turbulencia que generan las nubes.
“Se ha estado llevando a cabo esta técnica, en todos los estados del norte, con una efectividad de 25 a 40 por ciento de precipitación adicional a las estacionales", agregó Torres Padilla.
.webp)