Veintisiete años de la visita del Papa a Zacatecas
Hoy, 27 años después, aún queda detenido el tiempo en el recuerdo del
Hoy, 27 años después, aún queda
detenido el tiempo en el recuerdo del día en que un Santo bajó
hasta ciudad de cantera y plata, la ciudad de
Zacatecas.
2. El Papa desea dirigirse hoy en
particular a los trabajadores: a los campesinos, a los mineros, a
todos los que con su actividad laboral son la base y el fundamento
de la vida social del Estado de Zacatecas y a todos los que con su
sudor cooperan cada día en la construcción de la República
Mexicana.
Quiero recordar también a quienes,
por diversas circunstancias, han debido emigrar de esta tierra,
viéndose obligados a buscar en otra su sustento. También Jesús,
como muchos de vosotros o de vuestros compatriotas, hubo de emigrar
de su tierra, siendo todavía niño, para huir de la injusta
persecución de Herodes. Sí, el Señor sufrió también la
injusticia de tener que abandonar su tierra.
Vosotros, campesinos, cumplís
cabalmente el mandato del Señor de cultivar la tierra para que
produzca los alimentos necesarios al sustento de todos. ¡Cuántos
de vosotros pasáis toda la vida sometidos al duro trabajo del
campo, recibiendo quizás salarios insuficientes, sin la esperanza
de conseguir un día un pedazo de tierra en propiedad, con
problemas de vivienda, de inseguridad social, preocupados por el
porvenir de vuestros hijos! Y los que sois pequeños propietarios,
¡cuántas dificultades debéis de afrontar para obtener créditos
suficientes con intereses moderados, cuántos riesgos hasta llevar
la cosecha a buen término, cuántas dificultades para conseguir
una mejor capacitación agrícola!