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Archivos Secretosviernes, 5 de marzo de 2021

Lucio Cabañas, la muerte del héroe del El Porvenir

No tenía cara de guerrillero, sino de maestro convertido en guerrillero por necesidad; quiso conquistar la libertad y la justicia para el pueblo

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Daniela Cabrera / La Prensa

Durante los últimos meses de su vida, Lucio Cabañas tuvo que sobrevivir con la única premisa posible: huir, huir de los elementos del Ejército y de los agentes policiacos que lo perseguían a lo largo de toda la Sierra de Guerrero.

Lucio y sus hombres descubrieron entre la maleza a la tropa, que se ubicaba a unos 30 metros de donde ellos estaban, aproximadamente; entonces, comenzó el tiroteo. Ráfagas de todas las armas posibles e impensables rompieron el silencio de la selva cafetalera de El Otatal, como si cayera un aguacero de plomo.

La última versión se recuperó a través de una misiva enviada el 6 de febrero de 1975 por el soldado Benito Tafoya Barrón -presente durante ese último enfrentamiento contra los brigadistas-, dirigida a sus hermanos, a quienes les narra lo que aconteció con Lucio Cabañas, quien -cuenta- únicamente estaba herido y gritó: "¡Hasta que se les hizo! Pero les aseguro que no les voy a dar el gusto de que me maten ustedes", y él mismo se mató. Pero el capitán Pedro Bravo Torres fue quien le dio el tiro de gracia, cuenta la versión oficial, ya que fue el capitán Bravo Torres quien informó por la radio militar aquel 2 de diciembre que ya había matado a Lucio Cabañas.

De tal modo, consta que en el paraje denominado El Otatal, jurisdicción de Los Corales, municipio de Tecpan, la mañana del 2 de diciembre de 1974, a las a las 9:07 horas -según quedó asentado en la actuación-, se había producido el enfrentamiento en el que cual habría resultado muerto Lucio Cabañas Barrientos, quien presentaba evidencia de haber recibido tres impactos de bala.

En dicho comunicado, es evidente el desprestigio con el cual señalaban al maestro Lucio Cabañas, a quien consideraban más un delincuente que un guerrillero que luchó por su pueblo.

Por otra parte, también la señorita Ricarda López Alonso, secretaria de la agencia del Ministerio Público, identificó el cuerpo, ya que lo había conocido plenamente cuando él fungía en calidad de maestro de la citada escuela.

De acuerdo con el dictamen rendido por el doctor militar mayor Rodolfo Guillén del Valle, las lesiones que recibió el guerrillero fueron

A las 17:30 horas, el presidente municipal, señor Silvestre Hernández Fierro, dijo que desconocía por completo el suceso. A esa hora aguardaban la llegada del procurador de Justicia del estado.

Tanto Lucio Cabañas como Genaro Vázquez se dieron a conocer cuando actuaron contra el entonces gobernador del estado de Guerrero, en el año 1960.

Al morir Genaro, Lucio quedó como jefe de la guerrilla y, con frecuencia, se le atribuyeron atentados, tal como el secuestro del candidato a la gubernatura de Guerrero, senador Rubén Figueroa.

En entrevista que concedió en su oficina del Senado, Rubén Figueroa dijo que “no sé lo que piense ahora el pueblo de Guerrero de la muerte de Cabañas, pero de lo que estoy seguro es de que ese pueblo le volvió la espalda desde el secuestro de que me hizo víctima el propio Lucio”.

Al ser entrevistado frente al cuartel 27 de la Zona Militar -después de estar adentro con los jefes de la zona más de dos horas- el gobernador aseguró que “ningún familiar acudió a solicitar el cadáver”, y no porque no hubieran querido, sino porque muchos eran perseguidos por las autoridades y a otros ya los habían desaparecido.

El doctor Silvestre Hernández Fierro mostró a los periodistas una tumba recientemente cavada en el panteón municipal de Atoyac y también dijo que ahí yacía el cuerpo de Lucio, pero reconoció que no estuvo presente en el funeral.

Una vieja y pequeña cruz de madera y unas ramas de bugambilia con flores rosas y lilas sobre el montículo de la tumba era lo único que se apreciaba.

De este modo, la familia Cabañas tuvo la certeza de que, efectivamente, el cadáver enterrado aquella mañana del 3 de diciembre de 1974 en aquel camposanto era efectivamente el de su familiar, Lucio Cabañas.

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