Iñárritu: Una vez que dejas tu país, aunque vuelves, ya no vuelves
El realizador mexicano presenta en San Sebastián su última película que, admite, puede resultar incómoda
Adela Mac Swiney González
SAN SEBASTIÁN. Orgulloso de su última película, el mexicano Alejandro González Iñárritu presentó Bardo, o falsa crónica de unas cuantas verdades, en el Festival Internacional de San Sebastián, donde compite por el premio del público en la Sección Perlas, y con la consigna de que “una vez que dejas tu país, aunque vuelves, ya no vuelves”.
González Iñárritu llegó al balneario del norte de España, para presentar la película, con los actores Daniel Giménez-Cacho, Griselda Siciliani y Andrés Almeida, y aseguró que con este filme se trataba de poner cosas en orden, pensamientos, reflexiones, sueños, miedos, experiencias, que de alguna manera le habían causado desasosiego en los últimos años.
La hija de todas las rabias compite en el Festival de San Sebastián
La película de Laura Baumeister compite en Nuevos Directores del Festival de San Sebastián“Quise compartirlas a través de un alter ego desde una perspectiva personal que es desde la que mejor puedo hablar y compartir esa experiencia de la identidad, o de la identidad rota, o del desplazamiento que comparto con millones de mexicanos en Estados Unidos y de millones de personas que como yo viven en el bardo, vivimos en esta sensación de esta frontera que es ideológica, histórica, de narrativas, de cultura de desintegración o de integración”, dijo.
Consideró que es un sentimiento difícil de compartir o de articular, pero que el cine le permitió a través de imágenes jugar con el tiempo y el espacio,“que cuando estás fuera se hace como un nudo”.
González Iñárritu señaló que “yo vivo en el bardo y no como una posición intelectual o abstracta, sino como una experiencia, diaria, ordinaria, vital. Es curioso, una vez que dejas tu país, aunque vuelves, ya no vuelves, y ese es el estado”, insistió, pero apuntó que lograr esta película es la más grande satisfacción en su vida, más allá de su éxito.
Reconoció que puede tratarse de una película "incierta y muy incómoda", que "muchas veces puede ser irritante para mucha gente", pero además, dijo, los mexicanos, seguramente recibirán el filme de una manera distinta al resto del mundo porque "tiene muchas lecturas y muchos detalles de nuestras historias, mitos, de chistes internos" que sólo localmente se pueden entender.
Sin embargo tiene confianza en que la película toca temas universales, como la paternidad, la adolescencia o la pérdida de un hijo, el miedo a la muerte, la vejez de una madre, además de la impunidad, la violencia, incluso la cumbia y por supuesto, la vitalidad de México.
En el filme, Silverio, reconocido periodista y documentalista mexicano residente en Los Ángeles, tras ser declarado ganador de un prestigioso premio internacional, se ve obligado a regresar al país donde nació. Sin embargo, ignora que tal viaje, supuestamente sencillo, lo llevará a un límite existencial.
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El absurdo de sus recuerdos y temores atraviesa su presente y llena su vida cotidiana de una sensación de confusión y asombro. Con gran emoción y frecuentes carcajadas, Silverio deberá lidiar con enigmas universales pero también íntimos sobre la identidad, el éxito, la mortalidad, la historia de México y los lazos familiares profundamente emotivos que lo unen a su esposa e hijos.
Para González Iñárritu, ganador de diversos premios y tras El renacido (2015), su nueva película es abrumadora porque contiene diversos temas. “Es una película que no reafirma las convenciones, las rompe, no es cómoda; si para mí fue irritante hacerla, ha de ser irritante para quien la vea, y además hay una serie de cosas quizá impúdicas que yo decidí brindar”.